La limpieza de la cocina es una tarea diaria, que demanda una atención especial, sobre todo, cuando hablamos de ollas y sartenes de tipos diferentes. Lo ideal sería lavar las bandejas -a mano en el lavavajillas- inmediatamente después del uso, para evitar incrustaciones difíciles de eliminar y malos olores.
Pero, ¿cómo lograr que brillen verdaderamente y prevenir la oxidación cuando son de aluminio? Sigue nuestros consejos facilitados a continuación, porque el amor y el cuidado por la cocina contemplan también una limpieza eficaz.
Ante todo, hemos de hacer una distinción: una sartén de hierro se trata de forma distinta a una que sea antiadherente, al igual que de otra que fuese de acero inoxidable o de aluminio. A cada material su especificidad.
Por ejemplo, una sartén de hierro –óptima para freír carne– no debe nunca entrar en contacto con el agua, y por eso hay que limpiarla a mano. Te aconsejamos:
1. Eliminar los residuos de grasa y aceite con una o dos hojas de papel de cocina;
2. Espolvorear un puñado de sal gruesa;
3. Poner a calentar con un fuego moderado;
4. Revuelve con una paleta, la superficie y elimina las incrustaciones. A continuación, sécala con un paño o una hoja de papel de cocina.
En cambio, una sartén antiadherente no teme el agua, pero ha de permanecer alejada de esponjas abrasivas o esponjas de hierro. Para limpiarla a fondo, aconsejamos actuar con suma delicadeza en su superficie, para no estropearla, siguiendo estos pasos:
1. Preparar una solución cremosa a base de bicarbonato de sodio y vinagre de vino blanco;
2. Espolvorear la solución en la sartén y dejar actuar y, si es necesario, ablandar con algunas gotas de jabón para platos y limón;
3. Enjuagar con agua caliente en abundancia;
4. Secar con un paño o una hoja de papel de cocina.
Para el cuidado de una sartén de acero inoxidable, aconsejamos aplicar el mismo procedimiento de limpieza que para sartén una antiadherente, pero con menos detergente. En el caso de suciedad resistente, hierve agua caliente para eliminar las incrustaciones del fondo.
Una atención especial se ha de prestar a una sartén de aluminio. No la laves nunca en el lavavajillas, simplemente usa una esponja suave, agua caliente y una solución de bicarbonato de sodio y crema detergente. Este truco va a servir para prevenir la oxidación, que es el enemigo común de todas las bandejas de aluminio.
Un último consejo para proteger tus sartenes es no apilarlas una encima de otra y separarlas con una hoja de papel de cocina, para guardarlas en el armario, en el aparador o en los estantes de tu cocina.
Las ollas y sartenes ya no tienen secretos para ti: ¡incorpora estos simples y prácticos consejos a tu rutina diaria y volverán a brillar!