El bicarbonato es una sustancia simple, versátil y ecológica que está en sintonía con los tiempos actuales. Es un producto natural usado, tanto a nivel industrial, para producir detergentes y productos de higiene, como a nivel casero para limpiar, desengrasar, desodorizar, purificar y desinfectar.
El bicarbonato no es solo un producto artificial, sino que también se encuentra en la naturaleza. Uno de los principales depósitos de bicarbonato sódico del mundo es el Río Verde, en Estados Unidos, donde se extrae un producto puro y de bajo impacto ambiental.
Pero, ¿cómo nace el bicarbonato de sodio? Ya los antiguos egipcios usaban un mineral que contenía bicarbonato al que llamaban `natron´. Esta información pasó a los griegos y romanos, quienes trasformaron ligeramente el nombre a natrium, una definición que se ha reducido hasta el día de hoy, tanto que el sodio ahora está marcado con las iniciales Na.
Pero tenemos que esperar hasta 1700 para probar y hacer bicarbonato artificial. Tras un primer intento fracasado por Nicolás LeBlanc, en la segunda mitad de 1800 el químico y empresario Ernest Solvay, desarrolló un método diferente de producción de bicarbonato, nacido de la reacción entre el sodio clorhídrico (sal) y el carbonato cálcico. En poco tiempo, este método fue reconocido en todo el mundo, y considerado menos peligroso, no contaminante y económico.
En los últimos años el bicarbonato se ha usado cada vez menos, pero la propagación de una conciencia ambiental y la necesidad de reducir el impacto medioambiental han relanzado este producto. Y si quieres, puedes usar el bicarbonato sódico para limpiar tu casa y hacer productos naturales. ¡Aquí van algunos consejos!
¿Preparar ambientador casero? Fácil, efectivo y sostenible. Solo un bote de spray, agua caliente y bicarbonato sódico. Mezcla todo junto y, tan pronto como el polvo se haya disuelto en el agua, añade unas gotas de tu aceite esencial favorito o jugo de limón. Tu casa olerá limpia en cada pulverización.
¿Y para el lavavajillas? Haz tu propio detergente personalizado en forma de pastilla. Prepara una mezcla con 500 gr de bicarbonato sódico, tres cucharadas de jabón de Marsella líquido y 30 gotas de la esencia que prefieras. Mezcla todo despacio añadiendo agua para obtener la correcta consistencia, que no sea demasiado líquida.
Cuando esté listo, pon la mezcla en un molde rectangular y déjalo secar al aire libre. Y ahora platos y ollas al lavavajillas y ¡a lavar!