Tradicionalmente, el Carnaval era una fiesta de alegría. Desde sus orígenes muy antiguos, esta celebración se ha vinculado siempre a la idea de que un estado temporal de “caos” podía renovar simbólicamente el orden constituido.
En Babilonia, algo después del equinoccio de primavera, se representaba el proceso originario de nacimiento del cosmos, descrito como una lucha entre el Dios Marduk (salvador) y el dragón Tiamat, que terminaba con la victoria del primero.
Una procesión alegórica de las fuerzas del caos, que intervenían en la lucha, caracterizaba estas fiestas.
Durante las fiestas dionisíacas (griegos) y saturnales (romanos), las personas eran arrastradas a la disolución, al final de las obligaciones sociales y de las jerarquías.
En una gran parte de nuestra península, al igual que en todos los países católicos, el Carnaval empieza el primer domingo de los 9 que preceden la Semana Santa y se concluye el martes antes del miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma.
Por consiguiente, para una fiesta de Carnaval en toda regla, no puede faltar ante todo una dosis conspicua de alegría y algo de caos (pues sí, también en casa).
Tradicionalmente sería oportuno participar al menos en una fiesta disfrazados, asistir a un desfile de carrozas alegóricas o a un espectáculo de magia, gastar alguna broma y llenarse de confetis, papeles serpentines y guirnaldas de colores.
Vamos a preparar con la familia las guirnaldas y los confetis, que van a imprimir más color a nuestro carnaval.
Las guirnaldas
¡Recoge todos los periódicos y revistas viejas que tengas en casa y elige las páginas más coloridas!
Luego recorta tiras de unos 4 cm de altura. Cuando hayas recortado bastantes, con cola, o una grapadora cierra cada tira como si fuese un anillo, pero, ¡cuidado, antes de continuar con la siguiente tienes que pasarla por el interior de la anterior, para formar una cadena de papel de color y reciclado!
Como alternativa al papel que tienes en casa, puedes usar también los PAPELES SERPENTINES coloridos. ¡De esta forma, no tendrás confetis repartidos por toda la casa!
Los confetis
Si no tienes en casa una perforadora o si quieres hacer confetis en un modo alternativo, solo tienes que usar la máquina de hacer pasta manual, la que tiene una manivela y que casi todas las abuelas tienen en casa.
Después de haber recuperado varias páginas de revistas coloridas, despega las hojas de la encuadernación (o elimina las grapas del centro) y empieza a pasarlas entre los rodillos de las clásicas fettuccine (también tres hojas a la vez). Cuando llegues casi al final, gira la manivela en el sentido contrario para sacar la hoja convertida en un conjunto de tiras.
Entonces coge la tira por el lado sin cortar, gira la hoja a 90º, ponla horizontalmente en los rodillos y gira la manivela hasta el final de la hoja, dejando caer los cuadraditos de papel de color en un bol grande.